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Ayer declararon dos de las victimas

Monjas liberadas fueron sometidas a amenazas y humillaciones en el convento San Bernardo

La causa sirgida a través de la denuncia de una monja perteneciente al claustro de las Carmelitas Descalzas en el Convento San Bernardo, no deja de abrir interrogantes respecto a lo que sucede en el lugar.

Monjas liberadas fueron sometidas a amenazas y humillaciones en el convento San Bernardo

Los últimos días el Convento San Bernardo estuvo en la mira respecto a una causa de privación ilegítima de la libertad dada a conocer por una de las carmelitas. Gracias a la difusión masiva en los medios de comunicación, otra hermana se animó a hablar y contar la situación que viven en el lugar. Ayer declararon ambas.

En este contexto, el arzobispo de la provincia, Mario Cargnello, le pedirá al Papa Francisco que se informe sobre la situación en cuestión. Una de las hermanas, presentó su denuncia contra la priora Fátima y la subpriora María José. Allí comenta los detalles que llevaron a su decisión de presentar el caso ante la Justicia.

Según la hermana de 42 años, pidió un permiso para su salida del claustro debido a que ''recibían malos tratos de algunas hermanas''. Además, comentó que le “hicieron firmar un acta de amonestación y frente a otras hermanas fue humillada, sin saber cuál era el motivo”. Además, dijo que “en una oportunidad le privaron a ella el alimento sin darle explicaciones” y  “otras cosas que sucedían dentro del convento” una vez que pueda salir del lugar.

Cabe aclarar, que la carmelita tuvo cáncer y la operaron de un tumor de tiroides en el mes de marzo. La otra carmelita que se animó a declarar, comentó el pedido que realizaron a la priora para salir. La mujer hizo que hablaran vía telefónica con Cargnello, y este le inicó a la superiora que proceda a mandar el pedido por escrito para proceder a su correspondiente firma.

Ese mismo día, las carmelitas charlaron y la llamaron. A su regreso, la priora las obligó a llamar al arzobispo y retractarse: “Mi hermana le respondió que, si lo hacía, le contaría toda la verdad”.

Al otro día, las visitó nuevamente y: “la obligaron a llamar al señor obispo y a leerle una carta no redactada por ella, o que no era de su autoría, donde se retractaba de salir; en la carta también decía que el pedido de salir de la hermana B. era un capricho, pero que ella no leyó esa parte y que sí le dijo al obispo que la hermana B. necesitaba los cuidados de un médico que ya no atiende a la comunidad de las carmelitas”.

Por otro lado, la primera monja redactó otra notificación a la priora y pidió que se agilice los procedimientos de salida. En este contexto, se hizo presente el abogado de las carmelitas José Viola. Este la miró de modo ''intimidatorio'' . La priora, gritó que le llevaram la ropa a la mujer porque saldría ''de civil''.

Luego de su salida, la primera monja regresó con una escribana. A esta no le permitieron presenciar cuando conversaron con su hermana. Otras dos carmelitas se sentaron a escuchar cuando M.J. (la primera) le leyó una carta a la superiora donde presentaba “los verdaderos motivos por los cuales se quiere retirar”.

“Me lee la nueva carta que redactó –añade–, donde reitera que su principal motivo es el daño a su salud integral, física y espiritual, porque todas las situaciones de extrema tensión vividas en estos últimos ocho años la llevaron a tomar esa decisión porque no se siente bien allí”.

Luego de unos días sin respuesta, la hermana hizo la denuncia judicial. También afirmó que Maria Livia de Galliano, la mujer que ''ve apariciones en la Virgen del Cerro'', se encuentra involucrada en la situación.

 



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